Descubramos más del trabajo desarrollado por Antamina a lo largo de estos 20 años a través del testimonio de Christian Socualaya, Supervisor de Dispatch y Juliane Rojas, Operadora de maquinaria pesada.
¿Cómo están amigos? Bienvenidos a un nuevo capítulo de Historias Antamina. Este es un podcast especial porque estamos de aniversario en octubre. Hace 20 años que se realizó el primer embarque de cobre al mundo desde nuestras operaciones en el año 2001, y qué mejor motivo para contarte las historias de los pioneros. Es decir, la de los colaboradores que nos acompañan desde que antamina iniciaba sus actividades, hoy están con nosotros Christian Socualaya y Julianne Rojas.
Christian es Supervisor de Dispatch y controla las operaciones desde lo más alto y Julianne, quien opera las enormes maquinarias pesadas, teniendo también una visión impresionante de lo que sucede en la operación.
Hola Julianne, Antamina cumple 20 años. Sabemos que llegaste pocos meses antes de que se hiciera el primer envío de cobre al extranjero. ¿Cuéntanos cómo fue ese inicio? ¿De dónde venías?
Julianne Rojas:
Estuve trabajando como secretaria de gerencia en una clínica en el distrito que yo vivo y de repente me dijeron que necesitaban secretarias para el policlínico de Antamina para Yanacancha, entonces postulé e inmediatamente me tomaron y estuve laborando más o menos entre 6 a 8 meses en el policlínico hasta que se cambiaran las políticas y pregunté si podía postular, y obviamente postulé para este cargo del plan piloto para mujeres. Son tantas cosas, tantas aventuras en 20 años.
Cuando ingresé el 23 de julio, no fui la única, fuimos tres o cuatro muchachas que ingresamos en aquel tiempo y para todas nosotras era todo un reto, porque éramos las pioneras, era algo totalmente nuevo trabajar en operaciones indudablemente, la gente nos miraba toda curiosa, ¿qué íbamos a hacer? ¿Y cuál era la expectativa de nosotras? Si lo íbamos a lograr o no. Y lo que era un proyecto terminó siendo realidad hasta el día de hoy, porque inicialmente era un proyecto, no trabajaban las mujeres en el área de operación en mina, no había nada de eso, solamente era trabajo netamente de hombre.
Anfitriona:
Una verdadera pionera. Hoy se ha avanzado mucho en la inclusión. Pero presentemos a Christian. Si nos remontamos al 1 de septiembre de 1997, ¿qué significó este momento?
Christian Socualaya:
Gratos recuerdos, momentos de ansiedad por las dificultades, momentos de alegrías. Yo llegué más o menos a fines de agosto del año 1996, justo a tiempo para las exploraciones. El primero de septiembre, pasé para planilla en Antamina. Y desde esa fecha hasta la actualidad he visto crecer y cambiar tremendamente toda la mina, ver cómo se transforma la mina día a día.
Anfitriona:
Me imagino cuántas emociones han empezado a experimentar, son tantos años de vivencia. Sería interesante que nos cuenten cómo es un típico día de trabajo en sus actividades.
Julianne Rojas:
Cuando es de día, generalmente me levanto a las 4 de la mañana, y obviamente se hace pesadito levantarte a esa hora. Una vez que te levantas, preparas tu mochila, lo que tienes que llevar, te pones el uniforme, las botas, la casaca, el chaleco, lo que necesites para llevar a tu equipo. Una vez que termine, saliendo de mi cuarto, me voy rumbo al comedor. Antes de entrar al comedor, hay una dispensa de refrescos, agua, galletitas, te llevas una lonchera fría para todo el día, entonces una vez que llevas tu lonchera pasas unos molinos y entras al comedor.
Una vez que entras al comedor, puedes comer frutas, cereales, café, té, comida y una vez que terminas, te enrumbas, subes a los buses que suben a la primera fase de la mina, que es a las oficinas donde hacen el reparto de equipo. Esto fue antes de pandemia. Hoy, post pandemia es diferente. La disposición de los equipos se daba de acuerdo a la fase en la que se encuentra tu equipo, te comentan quien será tu supervisor, te dan la charla de seguridad, subes a los buses y otra vez enrumbabas al punto de encuentro con tu equipo.
Antes de subir a tu equipo, tú realizas tu vuelta al gallo, que es una revisión de seguridad a tu equipo donde tú puedes ver si ha estado dañado, si está malogrado, si ha tenido antes algún golpe, si tiene alguna fuga, cualquier desperfecto que visualmente puedas detectar. Una vez que has dado tu vuelta de seguridad, subes a tu equipo y comienza también la supervisión de tu equipo hacia arriba y ves cómo está conformado la zona que vas a trabajar, es una vista panorámica que tú haces y estás viendo qué sitio vas a laborar, cómo va a ser tu panorama durante todo el día. Cuando estás dentro de la cabina, te pones operativa con el Dispatch. Nosotros tenemos un sistema de Dispatch en la cual tú te pones tu código, te pones operativa y le dices al Dispatch que estás operativa, que estás en tal zona y empiezas a trabajar.
Me faltó decirte que nosotros de 1 a 2, nosotros tomamos refrigerio, a veces los equipos auxiliares se quedan de vigilia ante una voladura, si es que está programada para ese día, entonces nosotros hacemos que no pase ningún equipo al área de voladura y estamos ahí, nosotros por radio nos comunicamos, está cerrado tal sitio, ya pueden proceder a la voladura. De ahí continuamos trabajando hasta las 7 de la noche que nos recoge el bus que nos lleva de nuevo a la primera fase, la oficina, donde nos escanean, y de ahí, posteriormente al campamento. Si quieres cenas o te vas a tu habitación, te bañas, puedes ver un rato televisión, hablar con tu familia y duermes. Así consecutivamente durante 5 días de día y después ya viene el turno de noche que cambia tu horario totalmente y no te levantas a las 4 de la mañana si no a las cuatro de la tarde.
Anfitriona:
Ante todo esto, ¿cómo se siente la familia en casa? ¿qué les dicen y que se ha podido alcanzar gracias al éxito de sus trabajos?
Julianne Rojas:
A ver cómo te lo explico y en pocas palabras, yo nunca me he podido quejar de Antamina porque les dio seguro a mis hijos, me dio mi seguro. He sacado a mi familia adelante, mis hijos son profesionales, le he dado mejor comodidad a mi madre, he logrado todo lo que yo he querido y gracias a Antamina.
Lo que nadie dice es que también tenemos muchos sacrificios. Para mí, dejar a mi familia durante 10 o 15 días ha sido muy difícil porque a veces pierdes cumpleaños, día de la madre, día del padre, Navidad, Año Nuevo o cualquier festividad, fiestas patrias, Semana Santa. Durante 20 años se me ha perdido esa noción de festividades entonces, aunque no creas, pues tus hijos crecen con eso, pero mamá, tú no has estado, pero sí que has estado trabajando.
Anfitriona:
Claro, es que hay que hacer sacrificios. Cristian, Cuéntanos.
Christian Socualaya:
Mi hija, desde muy niña la traje a Moquegua y de ahí nos tuvimos que mudar a Lima, donde estuvimos buen tiempo, creció en ese ambiente, para mi hijo mayor también. Para ellos es muy gratificante saber que yo trabajo en esta empresa muy buena, he conseguido muchos logros aquí, muchas satisfacciones, muchas cosas que te hacen sentir bien. Para mí todo recuerdo de este momento que llegue, ahora eso ha cambiado mucho en mis hijos, mi esposa y sobre todo en mi porque me gusta lo que hago, ya no viajo más como al inicio que empecé, viajaba mucho y me separaba de mi casa tres meses, dos meses, cuatro meses.
Cuando llegué acá, llegaba a mi casa, al mes, me acuerdo mucho, trabajaba en 28 por 7, hasta que empecé en Antamina trabajé 14 por 7, hasta que inicié en operaciones en el 99 y cambié a 10 por 10 como es hasta el día de hoy. En conclusión me va bien, me siento bien, con muchas veces de seguir dando todo lo que pude dar en todo este tiempo de cuatro años de servicio en la empresa.
Anfitriona:
Julianne, cuéntanos ¿cómo se vive la igualdad y el compañerismo entre equipo de trabajo?
Julianne Rojas:
Como mujer, te sientes satisfecha que estás logrando poco a poco tus metas, te sientes empoderada porque tu puedes demostrarle a cualquier mujer que si yo lo puedo hacer tú también. Nuestra finalidad es que trabajemos todos en equipo, en paz y armonía, trabajando con mucha seguridad, para que la empresa siga siendo una empresa de excelencia, como siempre ha sido.
Anfitriona:
Christian, ¿Cuál es tu sentir hacia la Antamina? ¿De qué manera sientes que estuvo contigo desde el inicio hasta hoy?
Christian Socualaya:
Me siento bendecido, lo he dicho y siempre lo voy a decir, tengo un trabajo muy bueno, muy pocos tenemos privilegio y la bendición de tenerlo. Me gusta ayudar al prójimo, que lo aprendí de niño, tengo dos hijos y dos nietos, tengo a mi esposa, tengo 32 años de casado. Me gusta lo que hago, el sistema te capta toda la atención porque llega ese momento en que te metes al 100% en el tema de la de la operación, en el cual el apoyo de campo hace mucho para que puedas hacer una buena gestión, control de la gestión de equipo, el correcto envío de materiales a los lugares determinados, la comunicación es constante vía teléfono, radial, por pantalla.
Todos los equipos de mina tienen sistema de Dispatch y todos se comunican, si no es por radio, se comunican por pantalla. Hay una ventana de mensaje que es bien concurrida por todos. Evidentemente, he tenido mucha responsabilidad, pero al final de la jornada salimos satisfechos de haber hecho una buena gestión importante.
Anfitriona:
Julianne, Cristian, deben tener muchas anécdotas en todo este tiempo, compártanos algunas.
Julianne Rojas:
Yo me acuerdo de que la primera vez que operando, camión justo me tocó lluvia y yo no sabía que en la altura cuando ya baja la temperatura, hay helada. Entonces, yo tenía que frenar el equipo y, en vez de frenar, comenzó a darse vueltas como un trompo. Yo estaba con el camión cargado y la verdad, estaba yo preocupada de no hacerle daño al camión que venía en sentido contrario. Entonces yo no sabía cómo frenar el equipo y que terminará se me hizo largo el tiempo, hasta que frenó y justo pasó un compañero y no sabía si reírme o llorar porque estaba muy asustada.
Entonces, cuando terminó el turno y me dijo qué pasó, no que el camión se comenzó a dar vueltas, son cosas que pasan, me respondió. Cuando caen los rayos, cuando comienza a nevar. La verdad, para mí Antamina es lo máximo.
Christian Socualaya:
Cuando me dijeron para venir, me acuerdo que en ese tiempo se hacían los famosos memorándums. Llegué con un memorándum acá, me presenté, entonces conversando del tema, de lo que se esperaba, así que una vez que vi cómo era el arreglo del proyecto y lo que había que hacer, el reto era, puedes hacer realidad Antamina. Es por eso que, después de todo el esfuerzo, de ir poco a poco vinieron las cosas sucesivamente. El envío del mineral para que llegue en buen estado fue un reto muy grande, así que nos lo propusimos. Estaba a cargo de todo lo que era la construcción de esos containers, un trabajo que se hizo en equipo con geólogos, soldadores, albañiles, carpinteros.
Y el otro reto que tuve fuimos a ver la evolución de la laguna, un reto que asumí con mucha responsabilidad, como estoy acostumbrado a hacerlo, igual se hizo realidad, en esa operación el reto fue seguir avanzando en la minería. Mi abuelo fue minero y para mí fue una anécdota también.
Anfitriona:
Y volviendo a nuestra celebración. Imaginen que tienen una pantalla enorme, pasando todos los años de sus vidas aquí, y más específicamente los últimos 20 años. ¿Qué le dirían a Antamina que los acompañó en todo este camino?
Christian Socualaya:
Felicitaciones a cada persona que pasó por estos lares a dejar su esfuerzo porque muchos llegaron, muchos se fueron y pienso que muchos van a llegar aquí también y muchos nos tendremos que ir en algún momento. Entonces gracias por el esfuerzo que han dejado para que esta empresa sea grande. Y mientras siga aquí, continuaré dando lo mejor de mí. Solamente agradeceré a Dios y a las personas que confiaron en mí para seguir haciendo cosas buenas en esta empresa.
Julianne Rojas:
Antamina sigue hacia delante, no por 20 por 200 años más. Sigue enseñando a tu gente, sigue enseñando lo que lo que tú sabes hacer, tu buen trabajo, cuidando el medio ambiente, la seguridad, cuidando su gente, la verdad sigue cumpliendo con eso. Yo estoy orgullosa de ser Antamina. Estoy orgullosa de ser una trabajadora para Antamina, de verdad, una de las mejores minas del mundo.
Anfitriona:
Gracias Julianne. Gracias Cristian. Y como lo dijeron, que sigan siendo más años en Antamina. Gracias también a ustedes amigos por vivir esta celebración. Volvemos el siguiente jueves con más historias de pioneros, festejando los 20 años de Antamina. Hasta pronto.